En el momento en que mis chicos y yo decidimos
llevar a cabo la representación de Barxilón en el
mar de Latón, pensamos que sería necesario elaborar un vestuario y
un decorado apropiados para el espectáculo.
Así fue como comenzó su andadura durante el mes de abril. La diseñadora
y coordinadora del vestuario, Carmen Fernández, así como la creadora del
decorado, Paula Torres, ya habían sido designadas previamente. Ambas se habían
presentado voluntarias para asumir esa responsabilidad y mostraron muchas ideas
para llevar a cabo el proyecto. El resto de los alumnas y alumnos que
participaron en la confección de los trajes y elementos del decorado, estaban
dispuestos a colaborar en todo lo que pudieran.
Durante
el mes de abril y hasta el 14 de mayo compartimos comida los miércoles y, tras
la misma, compartimos trabajo. El primer día que nos reunimos, me sorprendió la
claridad de ideas que tenían, la capacidad de decisión y su rapidez en el paso
a la acción. En seguida, las coordinadoras tomaron cartas en el asunto y
comenzaron a dirigir a sus compañeros que obedecían las órdenes sin rechistar
y, cuando acababan con su parte del trabajo, acudían a solicitar más. Me
sorprendió gratamente su capacidad de trabajo, su organización y sobre todo, su
trabajo colaborativo: siempre dispuestos a prestar ayuda al compañero que lo
necesitaba.
El
aprendizaje que han obtenido estos chicos no se encuentra en los libros de
texto: la buena voluntad y predisposición, la colaboración, la organización, la
obediencia a la coordinadora, la responsabilidad, el esfuerzo por elaborar un
material con la premura del tiempo que nos acechaba, porque el día de la
representación se acercaba...era digno de ver cómo se animaban, cómo se
apoyaban y cómo se esforzaban. Creo que han aprendido una lección de vida muy
importante, y yo, su profesora, he aprendido con ellos y de ellos. Puede que
otros lo hicieran mejor, que la perfección esté muy lejos del resultado... pero
la ilusión que han puesto el desarrollo de este proyecto, el compromiso que
adquirieron en su momento y la responsabilidad con que lo llevaron a cabo, invirtiendo
su tiempo libre ...es algo que no tiene precio.
Ellos son el alma del proyecto y su energía se ve reflejada en este
trabajo.
Verónica Rodríguez Marticorena - Lengua Castellana - IES SANCHEZ CANTÓN